domingo, 16 de febrero de 2014

Empezamos South Australia y nos vamos a Kangaroo Island...

Abandonado el estado de Victoria, nuestra primera ciudad del recién estrenado South Australia, era Mount Gambier. Empezábamos a ver cosas diferentes, entre ellas, alguna presencia de aborígenes. 

Fuimos directos al reclamo principal de la ciudad. Unos lagos chulísimos con uno muy especial: el Blue Lake. Se trata de un maar (Un maar es un cráter volcánico ancho y bajo, producido por una erupción freático-magmática, es decir, una explosión causada por agua subterránea que entra en contacto con lava caliente o magma. Los maares suelen llenarse de agua, formando un lago de cráter o laguna cráterica de poca profundidad.Fuente: Wikipedia) en lo alto de un cráter que, únicamente en los meses de verano, adquiere un color azul intensísimo (¡bien, es verano!)




Es difícil de creer que ese azul intenso no sea resultado de productos químicos.

De ahí, nos movimos al vecino Valley Lake, un agradable lago en medio de un parque natural, donde unas familias y grupos de amigos se dedicaban a hacer esquí acuático con unas barcas. Ahí terminamos el día.



A la mañana siguiente,  repetimos escenario para desayunar, rodeados de unos aborígenes que realizaban una sesión fotográfica de una de sus pequeñas que cumplía un añito. Todo un espectáculo matinal...


Fuimos a cambiar los neumáticos delanteros de la furgo antes de partir hacia nuestro siguiente destino y aprovechamos para tomar un cafetín en una cafetería cercana del polígono. ¡Vaya pinta! (¡Y vaya precios!)


El tío de los neumáticos, que era bien majete, nos regaló una caja de botellas de agua de ph alto (para el desierto), que embotellaban ellos mismos. ¡Todo un detallazo, porque sí!


De camino a nuestro objetivo de ese día y, atravesando la región vitivinícola de Coonawarra, descubrimos por azar que habíamos montado una bodega de un gran vino, así que tuvimos que detenernos para cerciorarnos de que todo funcionaba correctamente. Jejeje...





Cuando entramos, además de alucinar con el sitio y comprobar que el vino que lleva nuestras iniciales (V&A) era el más caro de todos (por ser de la parcela más exclusiva de sus fincas), nos agasajaron con una cata gratuita, algo habitual en Australia. Estaba impresionante. Qué pena tener que seguir conduciendo y no poder quedarnos para seguir comprobando lo bien que funcionana nuestro negocio. ;)





Esa noche, llegamos hasta Port Elliot, junto a Víctor Harbor (no Harbour), para dormir y nada más.


Al despertar nos encontramos con una lluvia intensa. Mala señal para dirigirnos a una isla paradisíaca.


Cogimos un ferry en Cape Jervis y cruzamos a Kangaroo Island.



Toda la isla es un parque natural, pero decidimos acercarnos a ver una colonia de unos animales muy especiales.




Continuando con la ruta por la isla (es ciertamente grande), nos desviamos por un camino que anunciaba Little Sahara. Un nombre bastante apropiado. 





Entre dunas, conocimos un grupo de franceses y marroquíes que habían alquilado unas tablas para surfear por la arena y que, muy amablemente, nos ofrecieron para probar. Toda una experiencia, ¡aunque nos quedamos con la nieve!




Hicimos buenas migas con ellos y nos dirigimos los seis a comer una famosa 'hamburguesa' (de cordero y confitura secreta) de un bar de carretera que Ana había descubierto investigando por internet. Estaba buenísima. Lo gracioso fue cuando descubrimos que en el árbol de encima de nuestras cabezas, teníamos un vigilante secreto. ¡Un koalilla!



Tras la comida y, aunque el tiempo no acompañaba, fuimos en grupo a visitar la que está considerada una de las mejores playas de todo Australia: Vivonne Bay. Con niebla incluida, se hizo lo que se pudo. (¡Hasta cayó un baño de los tres representantes del bando masculino!)


Ésta es su estampa normal (Fuente: Captain's Choice).


Además de animales, también es curioso ver los buzones que se gasta la gente... ¡Hasta neveras y microondas! Verídico.



Pusimos rumbo al parque de caravanas donde dormiríamos esa noche y nuestro recibimiento lo hizo un grupo de wallabies, que son como canguros, pero más pequeños y con cara de conejo. ¡Un puntazo de bichos!


Para no perder las sanas costumbres, eché una mano rapando a Majid.


Y, como había querido la suerte que coincidiéramos en el mismo parque de caravanas, cenamos todos juntos como una gran familia (Inés, Majid, Lambert y Coraline).



Nos despertamos con las pilas puestas y fuimos al parque más importante de la isla: Flinders Chase National Park.

Nada más llegar, un koala nos recibió en lo alto de un árbol,  mirándonos con cara de 'y ahora qué hago' y sorprendentemente bajó y corrió para subirse a otro árbol. Nos quedamos boquiabiertos.


Dentro del parque, nos acercamos a ver las Remarkable Rocks, moldeadas por efecto del viento, el mar y el paso del tiempo.









De ahí y, siempre dentro del parque, visitamos una colonia de focas neozelandesas que se desperezaban como trabajadores al final del día y un arco de roca,  castigado por los temporales hasta convertirlo en cueva.




Abandonado el parque y pese a que el tiempo no era el mejor, fuimos hasta una playa semisecreta del norte: Stokes Bay.





Cerramos el día juntándonos con nuestro equipo franco-marroquí en nuestro albergue y despidiéndonos tras haber pasado unos geniales ratos juntos.



Con el sol apareciendo (¡por fin!), nos levantamos y nos dirigimos al paseo de delante de nuestro albergue a desayunar. Bendito sol...



Se nos olvidó comentar que delante de nuestro albergue hay una colonia de pingüinos, pero justo en febrero se adentran en el mar por temas de temporada de apareamiento. Una lástima.


Cerramos nuestra visita aprovechando los rayos de sol que intentaban abrirse paso, para visitar otra famosa playa: Emu Bay.



De camino al ferry, nos desviamos a una granja de miel famosa en todo Australia para probar unos DE-LI-CIO-SOS helados de miel. Estoy salivando de recordarlo.





Y punto final a la isla. Mientras esperábamos para embarcar, el sol decidió salir y nos restregó que esta isla tiene mucho más de lo que, por culpa del mal tiempo, pudimos disfrutar.




Aun así... una isla mágica.

¡¡Nos vamos para Adelaide (Adelaida)!!

¡¡BESINES Y BESICOS!!

7 comentarios:

  1. Vaya sitio!! Una cosa....el Lambert este se le ve en las fotos que es la alegría de huerta....always smiling!!! ;)

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    1. He pensado lo mismo!! Jaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!

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  2. Las fotos cada vez son mas bonitas , con esas playas tan largas etc
    Animo calamares, seguir en esta vía, disfrutando y a la vez que nosotros también disfrutemos y se nos pongan los dientes largos.
    Besos

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  3. noelia y mª jesus1 de marzo de 2014, 10:50

    Pero que guapísimos que estáis!!
    Las fotos son chulísimas, y estamos aprendiendo un montón de cosas con todo lo que nos contáis. Seguid disfrutando!! Muchos besicooooossss!!!!

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  4. YO QUIERO UN CANGUNEJO PARA MIIIIIIIII!!!!!! =)

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  5. Que Penilla lo del tiempo porque los paisajes parecen muy brutos. Un abrazote muy fuerte y a seguir disfrutando.

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  6. Yuossss!! Vaya tela con Kangaroo Island no?? Me encantan las roca-cuevas!! jijijijijjij

    <3

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